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jueves, 15 de octubre de 2009

ARTÍCULO OCTAVO




LOS DOCENTES TAMBIÉN PADECEMOS DEL SINDROME DEL BURN OUT

En cualquier medio laboral, encontramos situaciones difíciles y adversas que nos hacen sentir confundidos, angustiados y muchas veces hasta podemos enfermar con la presión que nos puede generar la carga laboral creándonos de esta forma estrés profesional o los que algunos investigadores llaman síndrome del BURN OUT o síndrome del desgaste profesional.

Esta sintomatología está catalogada como un “Conjunto de síntomas medico-biológicos y psicosociales inespecíficos que se desarrollan en la actividad laboral como resultado de una demanda excesiva de trabajo”1 En términos generales, es un trastorno adaptativo crónico que altera la calidad de vida de la persona, así como la calidad asistencial a sus actividades normales.

La configuración de este síndrome obedece más a un proceso que se diagnostica en el tiempo y cuando lo síntomas persisten por un período de más de seis meses.

Dentro de los factores de riesgo individuales identificados en los individuos afectados se han encontrado:

à Contacto continuo con el sufrimiento, el dolor y la muerte.

à La caída del valor social de la profesión.

à Sobrecarga laboral.

à Falta de reconocimiento y estímulos.

à Dilemas éticos.

à La naturaleza de la tarea.

à Variable institucional

à Variable Interpersonal.

à Variable Individual.

El cansancio o agotamiento emocional que padecen algunas personas inicia con la sensación de hacer un gran esfuerzo para responder a las personas que se están atendiendo o las actividades que deben realizar a diario. El síndrome de BURN OUT tiene su origen en las continuas interacciones que es necesario mantener con las personas con quienes y para quienes se trabaja.

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1. Maslach C. Burnout: A social psychological analysis. In: Jones JW. The Burnout syndrome. California: Berkely University of California, 1981.

En nuestro ámbito, el tener que resolver conflictos dentro y fuera del salón de clases y el desarrollar todos los procesos curriculares a tiempo conllevan a un grado de estrés que si no se maneja adecuadamente, suele desencadenar este síndrome.

Al iniciar el año escolar, los docentes comienzan esta etapa con entusiasmo y el idealismo de querer alcanzar una calidad educativa superior a la del año inmediatamente anterior, seguidamente se encuentran en una fase de estancamiento en la que sienten que no han podido ampliar todos los proyectos que tenían al comenzar el año escolar. Le sobreviene entonces, el período de la apatía donde se les puede observar una falta de interés por todo lo desarrollado a nivel didáctico- pedagógico y personal; en la última etapa de este síndrome que es la del distanciamiento, los formadores implicados se sienten desajenados de su quehacer pedagógico y sin fuerzas para desenvolverse con soltura a las nuevas propuestas y cambios que le ofrece su profesión.

Generalmente estas manifestaciones de cansancio se evidencian en los últimos meses del año y alguno de los sintomas son:

Manifestaciones Mentales:

v Disforia.

v Nerviosismo

v Inquietud motora.

v Incapacidad para concentrarse.

v Olvidos frecuentes.

v Agotamiento.

v Sensación de vació.

v Vivencias de fracaso, insuficiencia e impotencia.

Manifestaciones Físicas:

Ø Cefaleas.

Ø Trastornos gastrointestinales.

Ø Alteraciones del apetito.

Ø Dermatitis.

Ø Alteraciones sexuales.

Ø Trastornos del ritmo cardiaco.

Ø Hipertensión arterial.

Ø Alteraciones del sueño.

Cuando se llegan a sentir todos estos síntomas, el trabajo de docente deja de ser fuente generadora de bienestar, transformándose en una desilusión academica que puede llevar a sentir alteración de la conducta en el rol asistencial del educando.

De esta manera, a mis queridos colegas que en estos momentos esten padeciendo cualquiera de estos síntomas, les aconsejo que primero hagan un alto en su camino instruccional, fijense objetivos claros y realistas, pranctiquen la acertividad y aprendan a decir NO, dediquen un tiempo para a conocerse a sí mismos, y lo más importante APRENDAN A RELAJARSE Y DESCANSAR. Aprovechen cualquier momento para recargase de nuevas energías y transmítanle a sus pupilos la luz del conocimiento como si fuesen una lumbre que irradia saber, afecto, ternura y bondad; de esta forma no se dejarán quemar por el trabajo.



sábado, 15 de agosto de 2009

ARTÍCULO SEPTIMO





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MAESTRO & PROFESOR
¿Cuántas veces hemos encontrado lo que a mi parecer y según la RAE* dejan de ser unos simples docentes para convertirse en un maestro?
En este medio, es normal encontrar profesores muy buenos, profesionales, con don de gente, calidad humana pero con todo y eso no alcanzan el estatus de maestro.
Si bien lo dice la biblia, el maestro de todos los tiempos ha sido nuestro señor Jesucristo. Es por ello que según las referencias bíblicas, Jesús con sus enseñanzas tocaba la fibra más intima de cada ser y con sus conocimientos y praxis, lograba muchas veces que cada seguidor cambiara sus actitudes, aptitudes, su manera de pensar y de ver la vida; y no es que sea evangélica, soy católica y estoy totalmente convencida de ello, Él ha sido y será el maestro de maestros.
Según la historia eso sucedió hace muchísimo tiempo, pero en nuestra época se registran además, maestros como: Jean Piaget, Lev vigotsky, Célestin Freinet, María Montessori, Jean Jacques Rousseau, Ovide Decroly, Juan Amos Comenius entre otros y como ellos muchos otros genios de la pedagogía y el arte de educar a niños y jóvenes que alcanzaron una alta jerarquía en el abanico de la formación didáctica.
En nuestro país y más específicamente en la región de la Guajira, durante la pasada y presente centuria, también han existido maestros de gran talla tales como Isabel María Cuesta González, María Doraliza López de Mejía, Annia de Torres, Gonzalo Solano Goenaga, Roberto Coba, David Renteria, y que decir de aquellos maestros que hoy gracias a Dios se encuentran entre nosotros como son: Luis Carlos Ávila, Luis Pinto, Emiro Nel Salinas, Efraín Deluque Semprúm, Judith de Curiel, Edwin Lubo Vanegas, Elsa Serrano viuda de Ibarra, Carlos Pino, Esther de Cera, Segrit Ospino, Marlina Freyle, El actual secretario de educación municipal Blas Medina, Nancy Ortiz, Clímaco Pérez Camargo, Margarita Guerrero, María Giselle Ceballos y como ellos muchos maestros que se me quedan en el tintero.
Todos ellos son maestros, porque no son sólo personas que ejercen o enseñan una ciencia o arte a través de una cátedra, ellos trascienden ese plano porque instruyen con conocimientos no solo académicos algo muy importante para la vida, lo que hoy conocemos como competencia, enseñan un saber y como hacerlo en la vida real y cotidiana por medio de la afectividad que generan.
MAESTRO:
v no es quien te enseña un concepto y si te equivocas en el ejemplo te pone una mala nota.
v No es aquel que te ve cabizbajo en el pasillo y solo te dice que vallas al salón porque es hora de clases.
v No es el que se avergüenza de sus estudiantes y sólo llama a los padres para decirles que vas mal.
v No es quien después de un largo fin de semana llega a clases y da la orden de sacar las actividades que dejó de tarea.
Por el contrario, MAESTRO:
v Es aquella persona que cuando te equivocas te da una palmada en el hombro y te ánima a seguir adelante.
v Es aquel que cuando te ve que no eres el mismo, se preocupa por ti y con una sonrisa te impulsa a seguir tus actividades.
v Es aquel que se siente orgulloso y complacido de lograr transformar los muchachos “malos”, en un modelo para la comunidad educativa aunque estos les saquen canas.
v Es aquel que a través de sus conocimientos y consejos, te enseña que eres importante y que todos tus actos deben ser en beneficio del prójimo y de la región en la que habitas.
v Es aquel que te acompaña, sabe tomar distancias y sobre todo sabe cuando debe retirarse.
v Es el que sabe que del error se aprende, él convierte lo negativo en positivo y le posibilita al que aprende a verlo así, con ello lo estimula a ir adelante
Ser maestro es una facultad excepcional, es una habilidad que se desarrolla en algunos seres humanos cuya labor está dedicada a la enseñanza; a todos los llamados profesores o docentes no se les desarrolla ésta, porque no todos sienten la misma pasión, interés, entusiasmo e ímpetu por hacer de su discípulo una obra de arte, porque eso es la enseñanza, un arte. Como quien ama el arte, el verdadero maestro se ama así mismo y ama su profesión, por lo tanto, ama a los demás y en especial a sus pupilos. Al experimentar amor, se sienten las necesidades del otro y sobre todo de quien está aprendiendo, lo que lo lleva a dar lo mejor de sí para ayudar a aquel que de él aprende y cubre así sus propias necesidades porque el buen maestro nunca se las sabe todas.
Recuerden mis queridos amigos que experimentar amor, hace que amemos nuestra profesión, disfrutemos lo que hacemos al máximo, nos sintamos motivado permanentemente y miremos la vida entonces, de una manera muy especial.
*Real Academia de la Lengua Española
MAESTRO: (Del lat. magister, -tri). 1. adj. Dicho de una persona o de una obra: De mérito relevante entre las de su clase.

martes, 10 de marzo de 2009

ARTÍCULO SEXTO



DE VUELTA A LA ESCUELA

El 2009, es un año que empieza lleno dejúbilo, gozo y muchas satisfacciones, con la eventualidad del pasado festival vallenato “FRANCISCO EL HOMBRE”; acontecimientos como este, hacen de nuestra hermosa y pujante Riohacha un lugar digno de apreciar no sólo, por la belleza de sus playas mancomunadas, el calor de su gente emprendedora y siempre dispuesta a servir a todo aquel que quiera disfrutar de este fastuoso paraiso de aromas, sabores y colores a las orillas del mar Caribe, sino por la riqueza del folklor vallenato.

Consecutivo a este hecho, las instituciones educativas en su mayoría iniciaron labores escolares (aunque muchas ya lo habían hecho), y los docentes dados a su extraordinaria labor comenzaron con los brios renovados, cargados de nuevas estrategias para hacer que la actividad académica de sus pupilos sea un verdadero tesoro al que ellos deben acceder. Todo eso es una gran realidad pero, no podemos dejar de lado a aquellos profesores que iniciaron con las mismas mañas sosas y costumbres inútiles que antes de lograr que los estudiantes se acerquen al estudio lo que hacen es alejarlos y hacerlos trastabillar en el enlibrado camino del conocimiento y el saber hacer.

Que se puede pensar de los educadores que sin ningún escrúpulo:

Ø Llegan al salón a descansar de su jornada anterior, 2, 3 y hasta 4 empleos en lugares diferentes

Ø Se desquitan los sinsabores que traen de otras partes

Ø Reflejan apatía y desgano por ciertos estudiantes

Ø Su inutilidad es culpa de los alumnos porque ellos no entienden

Ø No manejan los distintos grupos porque “ellos” son muy indisciplinados

Ø Se blasonan de su autoritarismo

En fin, son muchas las situaciones que hacen que los preseptores no sean del agrado del eje de su labor educativa; sin embargo, frente a estas situaciones solo es el mismo decente el que puede hacer cambiar las circunstancias en las que se desenvolverá su quehacer pedagógico.

Si el maestro aprende a diario, para transmitir esos conocimientos y sus propias vivencias a sus estudiantes estos le devolveran con creces lo aprendido y entonces he allí la pregunta del millón ¿Quién aprende de quién? Por eso siempre he dicho que para determinar la clidad de la educación que se presta sólo se debe evaluar al niño y la calidad del alumno depende de la calidad del profesor.

Así que como diría un afamado escritor y erudito:

“La ignorancia es el caballo que hace tropezar a todo aquel que lo monta y ridiculiza a quien lo conduce”

Miguel De Cervantes Saavedra

Así que mis queridos colegas siguiendo con las frases célebres, “Al que le caiga el guante que se lo plante” y si usted no quiere plantárselo, cambie de actitud, aptitud, ademanes y expresiones, de esta manera se sentirá más feliz y lo más importante, hará feliz al pilar de su profesión.