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MAESTRO & PROFESOR
¿Cuántas veces hemos encontrado lo que a mi parecer y según la RAE* dejan de ser unos simples docentes para convertirse en un maestro?
En este medio, es normal encontrar profesores muy buenos, profesionales, con don de gente, calidad humana pero con todo y eso no alcanzan el estatus de maestro.
Si bien lo dice la biblia, el maestro de todos los tiempos ha sido nuestro señor Jesucristo. Es por ello que según las referencias bíblicas, Jesús con sus enseñanzas tocaba la fibra más intima de cada ser y con sus conocimientos y praxis, lograba muchas veces que cada seguidor cambiara sus actitudes, aptitudes, su manera de pensar y de ver la vida; y no es que sea evangélica, soy católica y estoy totalmente convencida de ello, Él ha sido y será el maestro de maestros.
Según la historia eso sucedió hace muchísimo tiempo, pero en nuestra época se registran además, maestros como: Jean Piaget, Lev vigotsky, Célestin Freinet, María Montessori, Jean Jacques Rousseau, Ovide Decroly, Juan Amos Comenius entre otros y como ellos muchos otros genios de la pedagogía y el arte de educar a niños y jóvenes que alcanzaron una alta jerarquía en el abanico de la formación didáctica.
En nuestro país y más específicamente en la región de la Guajira, durante la pasada y presente centuria, también han existido maestros de gran talla tales como Isabel María Cuesta González, María Doraliza López de Mejía, Annia de Torres, Gonzalo Solano Goenaga, Roberto Coba, David Renteria, y que decir de aquellos maestros que hoy gracias a Dios se encuentran entre nosotros como son: Luis Carlos Ávila, Luis Pinto, Emiro Nel Salinas, Efraín Deluque Semprúm, Judith de Curiel, Edwin Lubo Vanegas, Elsa Serrano viuda de Ibarra, Carlos Pino, Esther de Cera, Segrit Ospino, Marlina Freyle, El actual secretario de educación municipal Blas Medina, Nancy Ortiz, Clímaco Pérez Camargo, Margarita Guerrero, María Giselle Ceballos y como ellos muchos maestros que se me quedan en el tintero.
Todos ellos son maestros, porque no son sólo personas que ejercen o enseñan una ciencia o arte a través de una cátedra, ellos trascienden ese plano porque instruyen con conocimientos no solo académicos algo muy importante para la vida, lo que hoy conocemos como competencia, enseñan un saber y como hacerlo en la vida real y cotidiana por medio de la afectividad que generan.
MAESTRO:
v no es quien te enseña un concepto y si te equivocas en el ejemplo te pone una mala nota.
v No es aquel que te ve cabizbajo en el pasillo y solo te dice que vallas al salón porque es hora de clases.
v No es el que se avergüenza de sus estudiantes y sólo llama a los padres para decirles que vas mal.
v No es quien después de un largo fin de semana llega a clases y da la orden de sacar las actividades que dejó de tarea.
Por el contrario, MAESTRO:
v Es aquella persona que cuando te equivocas te da una palmada en el hombro y te ánima a seguir adelante.
v Es aquel que cuando te ve que no eres el mismo, se preocupa por ti y con una sonrisa te impulsa a seguir tus actividades.
v Es aquel que se siente orgulloso y complacido de lograr transformar los muchachos “malos”, en un modelo para la comunidad educativa aunque estos les saquen canas.
v Es aquel que a través de sus conocimientos y consejos, te enseña que eres importante y que todos tus actos deben ser en beneficio del prójimo y de la región en la que habitas.
v Es aquel que te acompaña, sabe tomar distancias y sobre todo sabe cuando debe retirarse.
v Es el que sabe que del error se aprende, él convierte lo negativo en positivo y le posibilita al que aprende a verlo así, con ello lo estimula a ir adelante
Ser maestro es una facultad excepcional, es una habilidad que se desarrolla en algunos seres humanos cuya labor está dedicada a la enseñanza; a todos los llamados profesores o docentes no se les desarrolla ésta, porque no todos sienten la misma pasión, interés, entusiasmo e ímpetu por hacer de su discípulo una obra de arte, porque eso es la enseñanza, un arte. Como quien ama el arte, el verdadero maestro se ama así mismo y ama su profesión, por lo tanto, ama a los demás y en especial a sus pupilos. Al experimentar amor, se sienten las necesidades del otro y sobre todo de quien está aprendiendo, lo que lo lleva a dar lo mejor de sí para ayudar a aquel que de él aprende y cubre así sus propias necesidades porque el buen maestro nunca se las sabe todas.
Recuerden mis queridos amigos que experimentar amor, hace que amemos nuestra profesión, disfrutemos lo que hacemos al máximo, nos sintamos motivado permanentemente y miremos la vida entonces, de una manera muy especial.
*Real Academia de la Lengua Española
MAESTRO: (Del lat. magister, -tri). 1. adj. Dicho de una persona o de una obra: De mérito relevante entre las de su clase.