Desde hace ya algún tiempo, me ha asaltado la siguiente duda:
¿Por qué, si el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y el siglo XXI exigen estándares de calidad en la educación, en La Guajira aunque profesionales tenemos docentes que no saben de pedagogía dirigiendo los diferentes grados de escolaridad en las instituciones gubernamentales y privadas?
La respuesta a este interrogante puede radicar en que hay muchos individuos sin formación e instrucción pedagógica orientando de manera indiscriminada y sin una metodología adecuada que llegue y forme a los educandos en los diferentes planteles educativos del departamento. El problema no es que ellos impartan enseñanzas, lo grave es que frente a dificultades pedagógicas normales en un aula de clases muchos de estos profesionales no saben como actuar porque no poseen las herramientas pedagógicas necesarias para resolverlas y de ahí que en lugar de resolver conflictos estos terminan empeorándolos o delegándole toda da responsabilidad a los estudiantes que siempre se llevan la peor parte o son según ellos los culpables de los sucesos; no se puede expresar con esto, que todos los profesionales sean iguales o que no amen lo que hacen, pero si se puede afirmar que la mayoría de estas personas están en este ejercicio porque es el único campo en el que pueden laborar fácilmente.
¿Por qué, si el Ministerio de Educación Nacional (MEN) y el siglo XXI exigen estándares de calidad en la educación, en La Guajira aunque profesionales tenemos docentes que no saben de pedagogía dirigiendo los diferentes grados de escolaridad en las instituciones gubernamentales y privadas?
La respuesta a este interrogante puede radicar en que hay muchos individuos sin formación e instrucción pedagógica orientando de manera indiscriminada y sin una metodología adecuada que llegue y forme a los educandos en los diferentes planteles educativos del departamento. El problema no es que ellos impartan enseñanzas, lo grave es que frente a dificultades pedagógicas normales en un aula de clases muchos de estos profesionales no saben como actuar porque no poseen las herramientas pedagógicas necesarias para resolverlas y de ahí que en lugar de resolver conflictos estos terminan empeorándolos o delegándole toda da responsabilidad a los estudiantes que siempre se llevan la peor parte o son según ellos los culpables de los sucesos; no se puede expresar con esto, que todos los profesionales sean iguales o que no amen lo que hacen, pero si se puede afirmar que la mayoría de estas personas están en este ejercicio porque es el único campo en el que pueden laborar fácilmente.
En efecto, la educación en nuestro departamento se ha convertido en la gran panacea de los diferentes especialistas desempleados, que ven en la docencia el remedio a todas sus dificultades.
Prueba de esto es que recientemente estuve presente en un diplomado de docencia universitaria y cual sería mi sorpresa al escuchar en el introductorio a gran parte de los asistentes decir que eran: abogados, fisioterapeutas, trabajadores sociales, ingenieros, contadores, administradores e inclusive había un biólogo. Y todos ellos tenían la necesidad de hacer ese curso porque con el y la influencia o “palanca” y los amigos “políticos” obtendrían un empleo como profesores de tiempo completo o catedráticos en escuelas, colegios y universidades y la prioridad era cursar ese diplomado para poder acceder a dicho empleo. Así mismo, traigo a colación que sólo habían 3 ò 4 personas de 25 más o menos que conocían de pedagogía y que no enfocaban el curso desde su perfil profesional si no en el de la docencia misma; no es lo mismo ver al estudiante como un educando que verlo como un objeto de mercadeo, un cliente o un paciente de acuerdo con la línea que maneje cada profesional según su especialidad.
Sería importante y muy significativo en nuestro departamento que en el campo de la educación todas las personas profesionales se especializaran no solo con un curso sino frecuentemente con seminarios, congresos, talleres y por supuesto carreras universitarias que incluyan la pedagogía dentro de los campos de enseñanza para así convertirse en pedagogos especialistas con conocimientos cimentados en: estrategias, métodos, programación, recursos e instrumentos encaminados a fomentar el aprendizaje y resolver las falencias que posean los educandos.
Recordemos que, un buen pedagogo es el que se transforma en el salón de clases y se convierte no solo en el orientador facilitador de conocimientos, si no en: padre, sicólogo, amigo, enfermero, terapeuta, compañero y consejero entre muchas de las funciones que los buenos docentes desarrollan. Es por esto y mucho más que los profesionales deben prepararse en cuanto a pedagogía se refiere y hacer de su especialidad un estudio en el que confluyan la didáctica, la sicología, la sociología, la decimologia, la metodología, los modelos y los enfoques que promuevan el aprendizaje en la educación para crear, moldear o modelar estudiantes capaces de adquirir aprendizajes significativos.
Novak y Gowin aseguran que:
“Todo buen docente debe facilitar que el aprendizaje significativo ocurra en sus alumnos, suscitando dudas e interrogantes respecto a los conocimientos que ya poseen, relacionando los temas con sus experiencias y saberes anteriores, ofreciéndoles oportunidades de ensayar y aplicar el nuevo concepto, asegurándose de que los alumnos formulen de forma adecuada la situación o problema y las soluciones propuestas” 1
Todos los profesionales de las diferentes carreras que quieran iniciar o seguir el ejercicio de la docencia deben propender por la capacitación en este ámbito para que lo anterior se traduzca en una educación de calidad donde se desarrollen todos los estándares y competencias exigidos por el Ministerio de Educación nacional y el siglo XXI.
Prueba de esto es que recientemente estuve presente en un diplomado de docencia universitaria y cual sería mi sorpresa al escuchar en el introductorio a gran parte de los asistentes decir que eran: abogados, fisioterapeutas, trabajadores sociales, ingenieros, contadores, administradores e inclusive había un biólogo. Y todos ellos tenían la necesidad de hacer ese curso porque con el y la influencia o “palanca” y los amigos “políticos” obtendrían un empleo como profesores de tiempo completo o catedráticos en escuelas, colegios y universidades y la prioridad era cursar ese diplomado para poder acceder a dicho empleo. Así mismo, traigo a colación que sólo habían 3 ò 4 personas de 25 más o menos que conocían de pedagogía y que no enfocaban el curso desde su perfil profesional si no en el de la docencia misma; no es lo mismo ver al estudiante como un educando que verlo como un objeto de mercadeo, un cliente o un paciente de acuerdo con la línea que maneje cada profesional según su especialidad.
Sería importante y muy significativo en nuestro departamento que en el campo de la educación todas las personas profesionales se especializaran no solo con un curso sino frecuentemente con seminarios, congresos, talleres y por supuesto carreras universitarias que incluyan la pedagogía dentro de los campos de enseñanza para así convertirse en pedagogos especialistas con conocimientos cimentados en: estrategias, métodos, programación, recursos e instrumentos encaminados a fomentar el aprendizaje y resolver las falencias que posean los educandos.
Recordemos que, un buen pedagogo es el que se transforma en el salón de clases y se convierte no solo en el orientador facilitador de conocimientos, si no en: padre, sicólogo, amigo, enfermero, terapeuta, compañero y consejero entre muchas de las funciones que los buenos docentes desarrollan. Es por esto y mucho más que los profesionales deben prepararse en cuanto a pedagogía se refiere y hacer de su especialidad un estudio en el que confluyan la didáctica, la sicología, la sociología, la decimologia, la metodología, los modelos y los enfoques que promuevan el aprendizaje en la educación para crear, moldear o modelar estudiantes capaces de adquirir aprendizajes significativos.
Novak y Gowin aseguran que:
“Todo buen docente debe facilitar que el aprendizaje significativo ocurra en sus alumnos, suscitando dudas e interrogantes respecto a los conocimientos que ya poseen, relacionando los temas con sus experiencias y saberes anteriores, ofreciéndoles oportunidades de ensayar y aplicar el nuevo concepto, asegurándose de que los alumnos formulen de forma adecuada la situación o problema y las soluciones propuestas” 1
Todos los profesionales de las diferentes carreras que quieran iniciar o seguir el ejercicio de la docencia deben propender por la capacitación en este ámbito para que lo anterior se traduzca en una educación de calidad donde se desarrollen todos los estándares y competencias exigidos por el Ministerio de Educación nacional y el siglo XXI.
Recuerden mis amigos docentes que el buen profesor no es aquel que sabe su asignatura sino el que sabe y conoce a sus estudiantes.
__________________
1 Novak J. y Gowin B. Aprendiendo a Aprender, Ed. F.C.E, México 1998